sábado, 30 de agosto de 2014

Familia Toxica 1 y 2 … El enemigo en casa.



Todos tenemos una familia, nacemos en un núcleo que previamente elegimos, pero no somos conscientes del “premio” hasta que es demasiado tarde. Unos tienen la suerte de encontrar en ella su apoyo y su guía y otros tienen en ellos a su peor enemigo. Si tienes la fortuna de tener una familia idílica es probable que no te sientas identificado, o no logres a discernir lo que es una familia toxica. Quien más, quien menos ha chocado frontalmente con algún miembro de su núcleo familiar, también es más común de lo que parece, tener varios frentes abiertos con cada uno de los miembros que forman tu familia. Esos seres con los que te une un nudo férreo, a los que estas unido por el lazo irrompible de la sangre, pueden hacer de tu casa un auténtico Pandemónium, un infierno comprimido y asfixiante en el que ninguna penitencia parece aliviar su fuego.
A poco que seas una persona abierta de mente, puedes llegar a pensar que arrastras una gran cantidad de karma y esa relación hiriente que mantienes con tus seres queridos, es una forma de purgar todo ese saldo karmico que llevas a tus espaldas de otras encarnaciones, incluso puede que pienses que te lo mereces de algún modo, el chantaje emocional, la indiferencia y el desapego que te proyectan pueden llegar a hacerte pensar que eres tú el culpable y que aquello que te sucede realmente lo mereces, sufres porque eres el malo y tu entorno te lo recuerda a cada minuto.


Lo normal en muchas familias, es que cuando hay un miembro que se muestra capaz, independiente y resuelto con el entorno, un ser que agarra con fuerza su timón y se guía por la vida allí donde se propone, termine levantando las iras y las envidias más feroces de sus progenitores. Un polluelo que no necesita lecciones para emprender el vuelo, es un desagradecido y merece su rechazo más absoluto. Por regla general, los progenitores no reciben con agrado que un hijo pueda aleccionar y dar ejemplo, ellos o no supieron o no tuvieron el valor de enfocar sus vidas de la manera que idearon y desprecian irracionalmente a su vástago por lograr lo que ellos no se atrevieron emprender.
Utiliza esa situación angustiosa que mastica tu familia en tu provecho, quizás es la manera que proyectaste, para que te vieras obligado a emprender tu camino en solitario. Una familia opresora y castrante es el impulso que necesitas para salir y encontrarte a ti mismo, Encontraras indiferencia y rechazo, ese será el último empujón que necesitabas. Tomar un rumbo distinto al que te ofrece hasta ese momento la vida, en esa especie de bucle sin salida, sin progresos, sin metas, para desarrollarte como persona, encontrar tus verdaderos dones, desarrollarlos y perfeccionarlos. Convertirte por ti mismo, en un ser completamente nuevo con un bagaje amplio y unas experiencias que te hagan crecer y evolucionar.
Quedarte anquilosado en ese núcleo que crees el mejor porque esa institución familiar dicta que la tradición y el orgullo es lo que la identifica, lo que la define y la diferencia. Que la sangre debe permanecer unida y ser una roca, pero en tu interior no te identificas con nada de esto. Salir y enfrentarte al mundo solo, es la vía no solo de escape, si no que te permita saber quién eres y de lo que eres capaz, esto solo se aprende con la experiencia y en solitario. Si no yerras una y otra vez, nunca aprenderás y este paso por la vida será como un cero a la izquierda, en tu casillero de experiencias.

Con el paso del tiempo y una vez madurada y reposada tu vida en el conocimiento y la experiencia de vivir en consecuencia con tus propias decisiones, puede que el regreso a casa sea distinto, la vida te ha dado las herramientas para lidiar con esas personas cerradas, y puedas emprender de nuevo esa relación, construyéndola con otros lazos distintos. En el peor de los casos, te darás cuenta de que poco o nada ha cambiado y bendecirás el momento que decidiste partir y encontrar tu lugar en el mundo.
No debemos obligarnos a permanecer al lado de aquel que nos hace daño, no debemos caer en falsos chantajes, amor con prebendas y sentimientos de posesión. Nadie por mucha sangre que lleves de ella en tus venas, tiene más autoridad sobre ti que tú, y por supuesto nadie te conoce mejor que tú mismo. Tu intuición, tu criterio y tu sentido común deben ser la brújula que te marque la dirección correcta. No hay que tener miedo al error, ya que gracias a él te convertirás en mejor persona, forjaras carácter y enriquecerás tu personalidad. Permanecer encarcelado en una relación toxica solo por el lazo que te une a ellos, impedirá que despliegues las alas de tu autoconocimiento y vueles hacia horizontes donde la sabiduría y la experiencia te esperan con los brazos abiertos.
Si por el contrario disfrutas de una familia que te enriquece y te aporta conocimiento, disfruta de tu premio, ya que la necesidad de expandir tus horizontes, quizás no sean tan apremiantes. Debemos permanecer al lado de todo aquel que nos enriquece y nos hace mejores y debemos apartarnos de aquellos que nos hacen reincidir en nuestro peor defecto, nos obliga a tropezarnos una y otra vez con nuestro ego y limita nuestra expansión mental y social. Nunca debemos arrepentirnos de lo que hicimos. Por muy mal que nos resulte esta empresa, por muy traumática que sea la experiencia, siempre será mejor haber errado que el no haberlo intentado al menos.
Por muy toxico que sea tu entorno familiar, si este ambiente te empuja a buscar tu ubicación en este mundo, no puedes más que dar las gracias. Ellos inconscientemente te ayudaron a dar con la senda que te permitió hallarte entre un mar de caos y dudas, dar con el sentido a esta vida y desarrollar tus propios dones, para convertirte en ese instrumento perfectamente afinado que hay en ti, es una gran recompensa. Agradece a esos que te oprimieron ya que sin esa negatividad no hubieras encontrado tu positividad, gracias a esa oscuridad hallaste el modo de encender tu luz e iluminar tu camino.


Familia Toxica 2 : Como vivir con personas Negativas.


Una vez asumes y eres consciente de que tu entorno familiar no es sano, que tus energías te abandonan en todos y cada uno de los conflictos inútiles que tienes con ellos y sabes que no tienes escapatoria a corto plazo. ¿Qué se puede hacer?. Una vez que eres consciente de que las personas que te rodean son de corte negativo, que constantemente tienes ante ti un festival de dramas, victimismos y culpabilidades, que te perjudica anímicamente y mina tu moral. Esas personas que no paran de regodearse en lo que pudo ser (el famoso “y si…”), un temor perenne a lo que puede llegar, una vida anclada en el pasado o temerosa del futuro o incluso ambas. Asimilan y absorben el dolor ajeno y lo asumen como propio, retroalimentándose una y otra vez en ese bucle sin fin de negatividad.
Tú como ser humano positivo, te dejas llevar por la lógica empática y tratas de sacar a ese ser querido de ese bucle infinito de dramas, intentas con todas tus ganas rescatarlo de las garras de la negatividad, te sacrificas por aportar algo de luz a esa oscuridad y finalmente eres absorbido por ese tifón. Cuando pasa la tormenta tú terminas exhausto y sin embargo, el ser negativo que convive contigo sale exultante y victorioso, se embarro de la negatividad que tanto le gusta y saco de ti toda tu energía.


Las personas negativas son muy activas y no descansaran hasta lograr su propósito.

Es importante asumir que esas personas no quieren cambiar, si no son conscientes de su negatividad, el problema no es de ellos, y reflejaran en nosotros toda su frustración al tomarse como una afrenta todos nuestros esfuerzos por cambiar su polaridad. Si intuyes próximo un nuevo aluvión negativo, otra nueva oleada de drama, dolor y victimismo insano e inútil, un ejercicio de auto regodeo que no te aporta, pero que no puedes eludir de ningún modo, prepárate. Ante todo cambia tu aptitud, evita la confrontación, evita el esfuerzo inútil de intentar por todos los medios el cambio en el otro. Apaga tu sentimiento empático, ya que esa persona no busca nuestra empatía, solo quiere celebrar su dolor y disfrutar de él, pero no solo. Mantén una aptitud neutra y deja que la tormenta descargue, no intentes resistir y deja fluir toda esa negatividad sí que te toque o te afecte. No intervengas, un gesto de réplica puede ser identificado, como un gesto de aprobación y por defecto doblara su dosis. Una vez logres que esa persona no se lleve de ti lo que busca y se dé cuenta de ello, terminara por obviarte y buscar otra presa.
No debemos caer en ningún tipo de chantaje emocional, ya que buscaran con ello que caigas y vuelvas al redil. No debemos ser presas fáciles y caer en las mismas trampas de siempre, esas que apelan a nuestros sentimientos, para lograr de nosotros satisfacer su egoísmo. No te inmoles pensando que lograras salvar a ese ser querido, nadie quiere ser salvado, porque nadie reconocerá que necesita tu ayuda, si esa persona no es consciente de su aptitud no habrá quien la saque de ahí, solo puedes procurar que eso no te afecte.


Mantenernos neutros, calmados y equilibrados es la clave
para lidiar con la negatividad.

Si por el contrario notamos algún atisbo de conciencia, de que ese ser próximo con el que convivimos, empieza a ser consciente de su negatividad, es el momento de iniciar nuestro plan de rescate. No es cuestión de aleccionar, ni de mostrar lo malos que han sido con nosotros, no podemos atacar con sus armas. Por el contrario debemos mostrar lo benéfico que puede ser para ellos un nuevo campo de visión ante la vida, mostrarles con nuestro propio ejemplo que al contrario que las leyes de la física, lo negativo solo atrae a lo negativo y que un cambio de aptitud volcara irremediablemente su balanza. Mostrarles que el pasado no se puede cambiar, y que el futuro es algo que escapa a nuestro control, que trabajando convenientemente nuestro presente podemos mejorar el futuro, que lo que importa es lo que vives ahora.
Hacerles entender que la enfermedad crece en estados negativos, que con una aptitud sana y positiva, no hay enfermedad que sobreviva. Alimentar culpas pasadas tampoco ayuda, el pasado debe ser recordado solo para no repetirlo, aprender del error para no volver a cometerlo es la única lectura que podemos hacer del pasado. Para curar los estados depresivos solo debemos aterrizar en el hoy, levantarse y empezar a andar en el presente, cura cualquier tropiezo del pasado. Salir de los estados de ansiedad también es parecido, vivir en la anticipación no evitara que lo que tenga que suceder ocurra, debemos tomar la existencia como una lección que tenemos que vivir si o si, por que es necesaria para nosotros, porque gracias a esa experiencia podremos aprender y sacar una lectura positiva y responder nuestras propias dudas.
Todos tenemos alguien negativo alrededor nuestro, lo mejor para nosotros es evitar, en lo posible a este tipo de personas, si es un amigo plantéate seriamente que es lo que te une a él o a ella y que te aporta esa amistad, no quiere decir que cortes de forma radical, pero si que quizás espacies esos encuentros. Si es en un entorno laboral, evita los periodos de exposición largos, es difícil sobre todo si se trata de un jefe o un compañero muy próximo. Sea como sea mantenernos firmes y tratar que estropeen nuestro estado anímico será una tarea titánica que completar diariamente.

Debemos tener presentes que las personas negativas son muy activas, tienen personalidades con múltiples carencias y trataran contrarrestar su baja autoestima minando la tuya. Son personas que solo ven y potencian sus defectos, enmascaran deliberadamente sus virtudes para continuar alimentando su papel de víctima. Son envidiosas por naturaleza, buscaran aquello que te enriquece y te hace feliz y lo destruirán, pondrán todos sus recursos en juego para salir victoriosos, si por un instante logran hacer que tu estima se desplome les estarás otorgando una victoria y a su vez, les darás una razón para insistir. Es difícil no caer y dejarnos llevar por nuestros bajos instintos, tropezar con nuestro ego y volver a caer en su juego, no lo permitas, potencia y eleva tu estima y mantén tu positividad, eleva tu sentido del humor es el mejor escudo para repeler cualquier envite.